LOS CEOs: a inspirar como "speakers" en la organización

La gran oportunidad

... Los nervios y el exceso de información suelen dificultar la transmisión efectiva de mensajes, lo que lleva a una pérdida de tiempo y recursos.    Este fenómeno no es exclusivo de niveles jerárquicos bajos; incluso los CEOs y directores generales se ven afectados. Es aquí donde radica una gran oportunidad de cambio y liderazgo. El CEO, como máximo representante de la empresa, debe ser un ejemplo en el arte de la presentación. Debe inspirar a otros a seguir su ejemplo, convirtiéndose en un speaker ejemplar que ahorra tiempo y esfuerzo al transmitir ideas de manera asertiva y efectiva.    Con demasiada frecuencia, las presentaciones de los niveles directivos resultan poco trascendentes, haciendo que un simple correo electrónico con documentos adjuntos parezca más conveniente y eficaz. ¿Por qué someter a un auditorio a una hora de presentación tediosa, cuando al final poco o nada queda en la mente de los espectadores? Esto no solo es una pérdida de esfuerzo y tiempo, sino también de dinero.

Para liderar hay que inspirar

  Sin importar el sector o área de negocio, los CEOs y directores generales tienen la responsabilidad de ser grandes “speakers” dentro de sus organizaciones. Deben aprender a transmitir ideas de manera ágil, persuasiva e inspiradora. Su capacidad para ilustrar, convencer y motivar a otros no solo mejora la eficacia de las presentaciones, sino que también fortalece la cultura organizacional y fomenta la innovación.    Convertirse en un “speaker” que domina el Arte de la Persuasión no es una tarea fácil, pero es fundamental para el éxito en el mundo empresarial de hoy. Requiere práctica, habilidades de comunicación y un compromiso constante con la mejora. Los CEOs y directores generales que invierten en desarrollar estas habilidades no solo impulsarán el rendimiento de sus equipos, sino que también dejarán una marca indeleble en el corazón de sus organizaciones.

Transformando Presentadores en Speakers: El Rol Vital del Director de Talento Humano

   Resulta asombroso y preocupante la falta de preparación que tienen los ejecutivos en las organizaciones de hoy para llevar a cabo presentaciones efectivas ante audiencias de cualquier tamaño. Desde los primeros años de formación académica hasta su vida laboral, rara vez se brinda el entrenamiento necesario en el arte de la presentación y persuasión. Es en este contexto que recae una gran responsabilidad en los directores de talento humano y desarrollo en las distintas empresas. Ellos tienen el deber de procurar la capacitación y entrenamiento en comunicación efectiva a todos los niveles de la organización.    Conscientes de esta debilidad generalizada, es fundamental que tomen la iniciativa de proporcionar los recursos y la formación necesaria para que los empleados puedan desarrollar esta competencia vital.

   Entrenar a los empleados para que se conviertan en verdaderos "speakers" dentro de la organización no solo mejora la calidad de las presentaciones, sino que también optimiza el tiempo dedicado a ellas y garantiza que los mensajes se transmitan de manera clara, asertiva y efectiva. Esto no solo beneficia a los presentadores individuales, sino que también fortalece la cultura organizacional y contribuye al éxito global de la empresa.     El director de talento humano debe liderar este proceso, identificando las necesidades de capacitación, diseñando programas de formación adecuados y proporcionando el apoyo necesario para que los empleados puedan desarrollar sus habilidades como comunicadores y presentadores de alta calidad. Esto puede incluir desde talleres prácticos hasta la utilización de recursos tecnológicos y la contratación de expertos en comunicación, presentación y oratoria.

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Optimizar las Presentaciones Ejecutivas: Una Habilidad Crítica para Líderes de Área

   A menudo, terminamos atrapados en reuniones interminables donde el mensaje se diluye en la monotonía del discurso con presentaciones pobres que poco o nada valor agregan.    ¿Cuál es el costo de esta ineficacia? Tiempo valioso desperdiciado, esfuerzo malgastado y oportunidades perdidas. Nos encontramos en una encrucijada donde la importancia de los temas discutidos contrasta con la falta de habilidades para transmitirlos de manera efectiva.     La raíz del problema radica en la falta de preparación y entrenamiento en habilidades de presentación y en la inexplicable capacidad por parte de muchos de normalizar el fenómeno.

   Es imperativo que los líderes de área reconozcan su papel fundamental en el desarrollo de esta competencia tanto en sí mismos como en sus equipos. La habilidad de presentar de manera efectiva no es un don innato, sino un arte que se puede aprender y perfeccionar a través de la práctica y la orientación adecuada.     Por lo tanto, insto a todos los jefes de área, directores de división y líderes en general a tomar acción. Es responsabilidad nuestra cultivar estas habilidades en nosotros mismos y en nuestros colaboradores. Debemos buscar mentores con experiencia probada en presentaciones efectivas, aquellos que puedan compartir sus conocimientos y técnicas para ayudarnos a mejorar.     En última instancia, dominar el arte de la presentación ejecutiva no solo beneficia a los individuos, sino que también fortalece la imagen y el impacto de nuestra organización. Es hora de transformar nuestras presentaciones de una carga a una oportunidad, de la ineficacia a la influencia. Juntos, podemos elevar el estándar y generar un impacto positivo duradero en nuestras empresas, en nuestros equipos.